– Introducción
– Hoy toca quimio
– Los 21 días después
– Efectos secundarios 


La primera parte de mi tratamiento con quimioterapia ha sido recibir cuatro dosis de AC con una pausa de 21 días entre tanda y tanda.

Este tipo de medicación, también llamado el DIABLO ROJO (nombre bien escogido, no sólo por el color de su líquido que recuerda al Lambrusco, sino también por sus efectos adversos) no te deja indiferente. Es un veneno que te cura, porque ataca a las células cancerígenas, pero también te destruye, porque también afecta a las sanas y activas.

Para mi este post es muy importante porque considero que puedo ayudar a sobrellevar mejor este proceso con los pasos y consejos que he ido recibiendo y que me han hecho llegar a cada tanda con TOLERANCIA EXCELENTE (en analíticas) al tratamiento.

Es una quimio muy fuerte y hay gente que tiene que parar el proceso porque se queda sin glóbulos blancos, no tienen suficientes defensas y las sesiones se atrasan o complican.

He tenido la suerte de poder contar con profesionales que me han asesorado para paliar los efectos adversos, y aunque haya agonizado como todos a los que nos toca vivirlos, parece que lo he llevado bastante “bien” (repito que he agonizado de todos modos).

Intentaré recopilar toda la ayuda y consejos recibidos entre oncólogos, enfermeros especialistas, otros pacientes con este tipo de cáncer de mama y poniendo especial énfasis en toda la información suministrada por Helena Molero Ciutat, farmacéutica de Tarragona, especializada en el acompañamiento de pacientes oncológicos durante su tratamiento con quimioterapia.

Sé que gracias a ella, a nivel físico he podido afrontar mejor estos cuatro jinetes del apocalipsis. Me alegra saber que sus conocimientos están siendo reconocidos a nivel estatal. Actualmente no para de hacer conferencias y charlas sobre el tema y eso me encanta, porque significa que sus beneficiosos consejos llegarán a más personas que están en la misma situación que yo.

Yo protegida por todas esas personas que han estado a mi lado  y guiándome en mi batalla.

El 19 de diciembre de 2017 recibí mi primera tanda; el 13 de febrero de 2018 recibí la última. 

Después de éstas, vendrán doze tandas de Taxol (otro tipo de quimioterapia). En cuanto viva esa experiencia os la cuento. Dicen que peores que estas cuatro primeras no son, pero que aparte de aparecer nuevos efectos adversos, llevas ya cansancio acumulado de las AC y eso suma.

A continuación, intentaré explicaros de forma resumida qué han sido para mi estos meses con estas pequeñas salvajes, y lo que considero más importante, qué he hecho para llevarlo lo mejor posible. 


Poco a poco iré entrando posts con información más específica del tema como por ejemplo el cabello, el deporte, alimentación, etc.


HOY TOCA QUIMIO 

El día de envenenamiento empezaba pronto: entre las 7h-8h de la mañana salía de Tarragona acompañada por algún familiar o mi pareja hacia el Hospital Sant Joan de Reus.

En ayunas, pasaba por taquilla con mi tarjetita y etiquetas informativas como paciente, me revisaban el PICC y me hacían una analítica de sangre para ver si mi cuerpo estaba capacitado para aguantar la dosis.

Después me iba a desayunar y esperaba un par de horas o tres el resultado de las analíticas.

Sobre las 10 y pico de la mañana me visitaba mi oncóloga, comentábamos los resultados y en mi caso, al ser buenos, me mandaba a pedir hora para empezar con la sesión de quimioterapia.

Me daban una pastillita anti nàuseas (Lorazepam 1mg), la cual tenía que tomar una hora antes de empezar la tanda.

Yo comía bastante antes de entrar porque después del tratamiento, por mucha pastillita que tomara, ingerir cualquier cosa me daba muchas náuseas y vómitos.
Aprendí la lección la primera vez, cuando tan feliz me fuí a comer a un restaurante tailandés para celebrar que ya había empezado el tratamiento. Ese día no salí del baño, fue espantoso. Salí del restaurante vomitando y ya hasta la hora de dormir.

Normalmente sobre las 12-13h ya estaba sentada en la butaca del box compartiendo ese peculiar momento, con tres víctimas más en la sala, cada cual en su sillón. Todos bien atendidos por enfermeras muy agradables.

Durante estas cuatro AC no he tenido oportunidad de coincidir con otra paciente joven (me he encontrado con una edad media de 65 años tirando bajo) ni con el mismo tipo de cáncer que yo. Esto lo comento porque me hubiera “gustado” coincidir con alguien en la misma situación que yo para poder hacer intercambio de información y sensaciones mientras estás ahí enchufado. Aún así he conocido gente muy agradable que me ha hecho sentirme a gusto y con energía.

La butada del box. Cómoda hasta cierto punto. Un pequeño cajón para dejar los trastos y todo el cableado con las bolsitas de quimios y demás.


Volviendo al tema, la duración del proceso era de
una hora y media.

Os voy a dejar escrito cómo se llama lo que me metían por vena (cada punto es una bolsita de líquido) :

1- Dexametaxona 20mg + ANTI-HT3

Se usa para prevenir reacciones alérgicas y efectos jodidos de la quimio como náuseas y vómitos.

2- Doxorrubicina (ADM)

Si no me equivoco, esta es la bruja malvada, la quimio roja que tanto he llegado a odiar.

3- Lavado SF

Deduzco que será suero fisiológico.

4- Ciclofosfamida (CTX)

La otra droga dura. A diferencia de la primera, ésta es incolora, pero me daba reacción alérgica durante el proceso y me destrozaba la nariz y la cabeza. Era como cortar cebolla y oler lejía a la vez durante media hora o más. Tenían que bajarme la velocidad de inyección del producto para paliar los síntomas, los cuales aún así no desaparecían del todo. Al salir de ahí ya estaba “perfecta”. Si os pasa a vosotras también (que por lo visto, aunque no habitual, sucede) no dudéis en que el bajar la velocidad ayuda (se encargan las enfermeras). Lo tengo comprobado porque en mi cuarta y última visita, me la pusieron sin querer a velocidad normal y una semana después aún tengo la nariz destrozada.

Las enfermeras toman nota de todas estas cosas y las dejan escritas para que quede constancia en la siguiente sesión, pero la encargada de hacerme ésta última se despistó en la lectura de mi informe. Cosas que pasan.

5- Lavado SF

Lo mismo que en el punto tres.

Una vez acabado el proceso, me desenchufaban el PICC, me levantaba de la butaca y me iba a casa hasta la siguiente visita.

Esto va a personas, pero yo el día de quimio paseaba unas horas mirando tiendas o cualquier cosa e iba viendo cómo reaccionaba mi cuerpo. Cuando empezaban a venirme mareos, náuseas y malestar me iba a casa y ya no me movía de ahí.

Así acababa mi día de quimio.


LOS 21 DÍAS DESPUÉS 

Puedo dividir este proceso en tres fases semanales a nivel sintomático, aunque no con exactitud, ya que hay efectos adversos que han ido resurgiendo o interrelacionándose entre ellos en momentos que pensaba que ya estaba mejor.

En mi caso la primera semana era la peor de todas sin duda alguna, la avalancha de malestar era insoportable.

Me tuve que adaptar a estar en casa muchos días sin poder moverme demasiado y agonizando como si estuviera en mi lecho de muerte. Mareos, náuseas, ansiedad, dolor por todo el cuerpo, sabor metálico… Más abajo os explicaré sobre todos estos síntomas y que hacía para luchar contra ellos.

La segunda semana empezaba a sentirme bien y era mega feliz porque podía salir del sofá e ir a la calle sin estar reventada.

Hacía un poco de ejercicio (sin fliparme), paseaba, quedaba con gente, cocinaba sin que me diera asco todo, volvía a recuperar la energía.

Durante la tercera podía seguir una vida bastante normal. Hasta fuí a hacer snow antes de la segunda dosis, aunque me despedí pronto de ello. Por mucho que quisiera hacer según qué deportes, no tenía ni tengo aún la vitalidad necesaria para realizarlos sin riesgo. El cuerpo necesita estar bien para aguantar las quimios, no quería ni quiero ponerme en peligro, hay que guardar fuerzas.

Estos días son los ideales para realizar escapaditas, o cualquier evento sin miedo a estar hecho polvo. De hecho, estoy muy contenta porque durante la semana de resurrección iré a Dubrovnik tres días con mi madre a modo de celebración de fin de una etapa, las AC.

De verdad, aprovechad las semanas de tregua para desconectar y disfrutar de las pequeñas y grandes cosas que nos da la vida.

 


EFECTOS SECUNDARIOS

En este apartado quiero comentar a rasgos generales cuáles han sido los principales síntomas que he sufrido por este tipo de quimioterapia y cómo los he afrontado.

Me centraré en los físicos, ya que los emocionales son muy relativos y considero que merecen una entrada a parte.

También más adelante, hablaré con más detenimiento y detalle sobre algunos de los que comentaré a continuación:

  • Náuseas, vómitos: Aunque no he logrado evitar del todo sentir náuseas al oler según qué, a nivel digestivo he evitado sentirlas y no vomitar con medicamentos recetados por mi oncóloga. En mi caso ha sido gracias al Zofrán (preferiblemente el que se deshace en la boca, ya que así sus efectos son más instantáneos. Lo tomaba por la mañana durante los cinco primeros días después de la quimio y si era necesario volvía a tomarlo por la tarde o la noche. También me recomendó Primperan aunque no he llegado a usarlo.
  • Estreñimiento: Para evitar el estreñimiento que causa la quimio, lo ideal es intentar comer verduras y fruta para mejorar la digestión, pero a veces resulta difícil hacerlo por el asco que le puedes coger a según qué sabores y olores. En mi caso, en una de las tandas, tuve que recurrir a unos sobres llamados Movicol, también recetados por mi oncóloga, junto con Micralax  para poder evitar ese estreñimiento y dolor. (Si me pagaran por cada marca o producto que menciono en mi blog…).
    Un producto que he ido tomando cada mañana desde que empecé el tratamiento ha sido unos sobres llamados Biofilm de la marca Pileje; un producto natural hecho a base de fibras alimentarias que puede ser aconsejado en situaciones de desequilibrio en el aporte de fibra dietética. Seguiré tomándolos hasta que acabe con todas las quimios bajo los consejos de mi especialista.

Sponsoreando por amor al arte (y a la salud). 

  • Ansiedad: A parte de la ansiedad y nervios mentales, la quimio provoca una ansiedad física que no puedes controlar. Es como si tu cuerpo te estuviera pidiendo ayuda porque siente que le están envenenando y tú no hicieras caso a sus llamadas de auxilio y se pusiera aún más nervioso; pero no es así, simplemente no sabes qué hacer para evitar esa sensación. Lo único que me ha ayudado a frenar esta angustia ha sido medicación también recetada como Diazepan durante el día y Dormicum para poder dormir (estos dos medicamentos los he tomado en casos puntuales, no como algo habitual, y siempre bajo prescripción médica.
  • Heridas en el interior de la nariz: La quimio afecta también a las mucosas del cuerpo, y las de la nariz no iban a ser menos. Me di cuenta de ello cuando empecé a sentir un fuerte dolor procedente del interior de ésta y decidí echar un ojo en el espejo para ver qué pasaba. Lo que me encontré fue que ya no tenía pelo ni ahí dentro y que a cambio tenía unas heridas a modo de cortecitos que escocían bastante.
    La solución fue llamar a Helena, la farmacéuticaespecializada en acompañamiento oncológico, la cual me recomendó el uso de un esprai nasal llamado NASO FAES Triple Acción+, y la verdad es que ha sido mano de santo. Lo uso unas tres o cuatro veces al día y ya no tengo esas dolencias y las heridas han desaparecido.
  • Llagas lengua y boca en general: Tampoco me libré de sentir molestias en el interior de la boca y en la lengua. La solución que me dió Elena fue el uso de una pasta de dientes específica y un enjuague bucal. De enjuagues probé dos pero sólo uno me resultó efectivo. Hay gente que posteriormente me ha recomendado enjuagarme con bicarbonato sódico y romero pero no he comprobado su efectividad porque no me ha sido necesario buscar más soluciones, he tenido suficiente con el dentífrico llamado Parodontax y con el enjuague Perio·Aid.
  • Dolor y ardor de estómago: Otra mucosa perjudicada con la quimio es la intestinal. Para evitar estas dolencias, he ido tomando cada mañana desde antes de empezar el tratamiento Biofilm (el cual he mencionado en el apartado de estreñimiento también), Perméaline (que contribuye al mantenimiento normal de las mucosas, en particular la mucosa intestinal, y al funcionamiento normal del sistema inmunológico) y Lactibiane Réference (que mejora los trastornos intestinales y contribuye a reforzar la flora intestinal). Los tres productos son de la casa Pileje. A parte, como suplemento vitamínico, he ido tomando un jarabe recomendado también para pacientes en mi situación, llamado Vibracell, que a parte de ser completamente natural y súper completo, se caracteriza por favorecer la subida de las plaquetas, las cuales salen tan perjudicadas con estos tratamientos. Considero que estos cuatro productos naturales han sido la clave del éxito para mantener mi defensas en buen estado y evitar lesiones intestinales y del sistema inmunológico.
    Tengo que añadir que los cinco días posteriores a la infusión de AC mi oncóloga me recetaba tomar Omeprazol como protector de estómago y Fortecortín (corticoides para evitar efectos secundarios como vómitos y náuseas) a parte del Zofrán que os he comentado más arriba.
  • Alopecia: Como expliqué antes, a los 14 días de la primera tanda se me empezó a caer el cabello hasta que lo perdí casi por completo. Digo “casi” porque hay pelillos que intentan sobrevivir y mi aspecto es parecido al de una cría de paloma. También empezó a desaparecer el vello en general. El único que ha ido medio sobreviviendo ha sido el que menos iba a echar de menos, el de las piernas.
    Regresando al tema del cabello, hay mucha gente que te dice: “Tranquila , eso es lo de menos, luego vuelve a crecer y sale más fuerte”. Ya, estupendo, pero la que está calva durante meses soy yo, y será superficial pero a mi me ha tocado mucho las narices perder mi melena. Podría considerar que ha sido lo peor que me ha supuesto el tratamiento. Por lo tanto haré una entrada especial hablando sobre el cabello; quiero compartir mis flequillos, pelucas, pañuelos y demás con vosotras. Al final te acostumbras, pero no deja de ser una putada.
    No sólo he perdido el cabello, sino que además me ha dolido que se me cayera. Se ve que al ser morena y tener el pelo fuerte, mi pelo no ha dejado de luchar por salir de nuevo y he tenido la cabeza inflamada y con mucho dolor. He tenido que tirar bastante de Ibuprofeno en según que fechas porque el dolor no me dejaba ni apoyar la cabeza en la almohada.
    Un producto que me recomendaron en la tienda de pelucas fue un peeling hidratante y calmante llamado Blue Peeling Gel de la marca Manager Top. La verdad es que me ha ido muy bien para calmarme la cabeza e hidratarla. También me he ido echando agua termal de la Roche Posay.
    No es algo que le pase a todo el mundo pero a mi me ha pasado.
    A partir del tercer ciclo y sobretodo con el cuarto, las cejas y las pestañas se me despoblaron bastante, sobretodo las cejas, que parecían una montaña rusa, y he tenido que pintármelas como he podido. Al final encontré un producto llamado WunderBrow, un maquillaje de cejas que dura 2 o 3 días sin que se borre. Con los lápices normales me podía despertar de la siesta como un cuadro de Picasso ya que se me borraban con facilidad. Para que mis pestañas se vieran más pobladas he usado una máscara de Dior llamada Maximizer que a parte de poblarlas las nutre y fortifica. Encima de ella me ponía una máscara de pestañas convencional. Pero bueno, todo este apartado de estética lo explicaré mejor más adelante en otro artículo.

Yo con mis cuatro pelos de cría de paloma en la cabeza y los supervivientes en las piernas. 

  • Sequedad y alteración de la piel: Totalmente obligatorio hidratarse la piel a muerte y protegerla del sol. La quimio deshidrata por dentro y por fuera, por lo tanto a parte de la importancia de beber miles de litros de agua, se recomienda usar cremas hidratantes naturales, sin parabenos ni aluminios.
    Yo cogí una bolsa gigante y empecé a meter todos los botes de productos que usaba habitualmente y los dí. Compré varios productos de la marca La Roche Posay, la cual tiene una gran gama de productos  especializados en pacientes oncológicos que van a sufrir un tratamiento de quimioterapia y/o radioterapia. Nunca he tenido mejor piel que ahora.
    Los productos que compré son: Crema toleriane ultra para el rostro, agua termal en spray para refrescar e hidratar cara, cuero y cabeza, desodorante de bola, gel de baño, crema hidratante corporal, bálsamo de labios, protección solar +50, esmalte de uñas y Citaplast para casos de deshidratación máxima (el cual usaré más con las quimios de taxol y la radioterapia).
  • Sabor metálico en la boca: El sabor metálico lo tuve sobretodo después de la primera transfusión, cuando me daba asco hasta beber agua. En las siguientes tandas no lo noté tanto, o por lo menos me medio acostumbré a ello y comía bastantes más cosas sin asco y bebía mucha agua sin problema.
    Esa sensación metálica la tenía sobretodo durante los primeros días.  Solución? Ninguna. Simplemente comer lo que me apetecía, que en esos días eran alimentos bastante neutros como el arroz o el pan, que no saben ni huelen demasiado fuerte.
    Después de cada comida me cepillaba los dientes y me enjuagaba la boca y eso ayudaba mucho.
  • Malos olores y asco: Este síntoma no he sabido solucionarlo. Lo único que he hecho ha sido alejar de mí los ambientadores de casa y demás olores que pudieran resultarme molestos como el de algún alimento (yo le cogí manía a la verdura y a según qué especias). Lo curioso es que me molestaba hasta el olor a humano, el del aire de la calle… me sentía como un perro policía.
  • Cansancio y debilidad: Para estos síntomas lo ideal es intentar descansar, dormir bien (dicen que el sueño repara y cura) y comer lo mejor que se pueda.
  • Menopausia química: La quimio hace que los ovarios no trabajen correctamente provocándote una menopausia fuera del ciclo natural. Los sofocos de calor me han ido acompañando durante todos estos meses. Parece una tontería pero son insoportables. Como sean iguales a los de la menopausia natural… Qué pereza tener que vivirlo dos veces..! La única solución que he encontrado ha sido llevar un abanico encima para aliviar un poco el subidón, el cual dura unos minutos, y se va repitiendo a lo largo de los días.
    A parte de la quimio, otra cosa que ha fomentado esa menopausia han sido unos pinchazos que me inyectan mensualmente de un medicamento llamado Zoladex. Producto que sirve para proteger los ovarios de la quimio. Los deja en estado de hibernación como sistema de protección contra la quimio y ayudar a que en un futuro no pierdas la fertilidad.
    Otro síntoma a destacar es la sequedad vaginal. Afecta a las mucosas y a las defensas de la vagina y te hace sentir molestias. La solución encontrada: usar óvulos naturales (cápsulas vaginales) llamados Isadin a Barcilus de la marca Isdin, con alta concentración del microorganismo Lactobacillus plantarum, el cual fortalece y reaviva la flora vaginal.

 

Y hasta aquí mi artículo sobre las AC. En pocos días explicaré mi primer día con las nuevas quimios de Taxol + Anticuerpos (Pertuzumab y Herceptin), que vaya aventura..!