Después de un tiempo un poco (bastante) ausente del blog (ya se me caía la cara de vergüenza con tan poca constancia, ganas no me faltaban pero al mismo tiempo sentía que necesitaba desconectar, os lo explico en otro post), os traigo un nuevo tema, esta vez os hablo sobre el Zoladex!

Qué es el Zoladex?

El Zoladex es un medicamento subcutáneo que consta de una aguja del tamaño de un espagueti (sin exagerar) que se suele inyectar en la barriga o en el muslo una vez al mes.

Es un fármaco anti-hormonal, que en nuestro caso, se utiliza para reducir los niveles de estrógeno en el cuerpo, la hormona femenina, provocando una castración química temporal. Es decir, nos vuelve menopáusicas precoces.

Esta menopausia precoz, al ser inducida químicamente, es menos progresiva y más intensa que la vivida de forma natural por edad , por lo tanto los síntomas se intensifican y son más molestos.

¿Y por qué hay que reducir esos niveles de feminidad, alegría y júbilo fuera de tiempo? ¿Porqué sufrir esta agonía? ¿Vale la pena aguantar los efectos secundarios que conlleva?

Pues porque nuestro cáncer es hormonal: Si hormonamos estamos más predispuestas a que pueda volver a aparecer ese tumorcito que tan lejos queremos tener. Por lo tanto, toca apechugar y convivir unos años con ese pinchacito diabólico y con sus efectos secundarios.

Hay que tener muy en cuenta que NO todas las pacientes de mama tienen un cáncer hormonal, hay tumores varios tipos causados por distintas razones.
Si tu cáncer de mama No es hormonal, entonces tal vez no tengas que seguir este tratamiento, eso ya está en manos de los médicos, sus conocimientos y pautas de actuación.

En qué casos se aplica?

En mi caso, que es el de tener un cáncer de mama Her2+ (hormonal a tope), el fármaco ha tenido dos funciones principales:

– Proteger los ovarios durante la quimioterapia:

Empecé a pincharme Zoladex un mes antes de comenzar con la quimio.
Mi oncóloga me explicó que inyectarlo durante el tratamiento ayudaba a proteger el correcto funcionamiento de los ovarios.
Está demostrado que gracias a este medicamento, el porcentaje de no sufrir daños en el sistema reproductivo es muy elevado. Al tener 28 años era importante evitar que perdiera la fertilidad, por lo tanto estuve muy predispuesta a él.
De todos modos, antes de empezar con el tratamiento, recibí un tratamiento para la preservación de ovucitos (por si acaso) que ya os explicaré en otro artículo.

– Evitar que se reproduzca el tumor de nuevo:

Estudios demuestran que este fármaco disminuye un mínimo de un 30% las posibilidades de recaída en cáncer hormonal de mama.
Dicho así suena a poco, y si convives con este medicamento puedes pensar que no vale la pena aguantar sus efectos secundarios por un 30%.
A mi se me pasó varias veces por la cabeza mandarlo a freír, pero entre mis médicos y mis búsquedas por internet decidí que valía la pena aguantar los 5 añitos de pinchazos mensuales.

Estuve leyendo un artículo americano (que por desgracia no encuentro, me hubiera gustado poder compartirlo, a ver si lo localizo…) que consistía en un estudio realizado a un elevado número de mujeres haciendo una comparativa entre las que habían optado por aceptar el tratamiento con Zoladex y  las que no, y el porcentaje de recaída al cabo de los años en ambos casos.
Con los números y las estadísticas presentadas me quedé impactada con las diferencias en los resultados. La recaída acojona y si puedo mantenerla alejarla un poco más pues mejor.

Cómo y cada cuando se aplica?

En mi caso, desde que empecé la quimio en diciembre de 2017, cada 28 días acudo a mi CAP y mi enfermera me lo inyecta en la barriga. (Se que en otros caso se inyecta cada 3 meses por circunstancias distintas)

Vamos combinando un pinchazo en el lado izquierdo, con otro pinchazo en el lado derecho al mes siguiente (teniendo como referencia el ombligo más o menos).

Como he comentado es una aguja muy gorda, eso se debe a que el producto que contiene es muy denso y no sería posible pincharlo con una normal. 

Los estudios que sacan a la luz los beneficios de este medicamento recomiendan su uso durante un periodo de 5 años. Sé de casos que a los tres años han parado el tratamiento por razones como la de querer ser mamá, pero en principio hay que comerse con patatas los aproximados 60 pinchazos.

Mi barriga a los 33


Recomendaciones para el día de pinchazo:

El día que mi oncóloga me recetó el Zoladex, también me recetó la crema Lambdalina 40mg/g.

Me comentó que me iría bien para el pinchazo porque era algo molesto. Cuando vi la aguja entendí el porqué de la crema. 

Es un medicamento en formato crema que induce la pérdida de sensibilidad local (anestesia local) de la piel. Se usa para desensibilizar la piel en relación a la inserción de agujas. 

A mi personalmente me funciona, me deja la piel de la zona dormida y el pinchazo se hace más ‘agradable’.
También tengo que decir que es más la impresión que da que el pinchazo en si.

Una hora y cuarto antes me aplico esta crema en la zona que será atravesada y me pongo papel film por encima, cubriéndola, para aumentar el efecto anestésico de la crema. Cuando llego a enfermería me quito el envoltorio, mi enfermera me quita la crema sobrante y vamos al lío.
Luego presiona la piel y me cubre el agujerito con un pequeño algodón y esparadrapo.

No sé vosotras pero yo después de tanto pinchazo, tanto PICC y tanto agujero en general, estoy  un poco saturada de inyecciones y prefiero ahorrarme si puedo un poco el malestar!

Efectos secundarios y cómo combatirlos

Por desgracia, este medicamento que por un lado nos da esperanza de vida reduciendo el riesgo de recaída, por otro lado tiene efectos secundarios un poco pesados que nos pueden llevar a plantearnos dejar de tomarlo.
Como he comentado, yo prefiero no dejarlo y reducir ese riesgo, pensar en positivo e intentar paliar los efectos secundarios en la medida de lo posible.
Si en tu caso lo tomas y ves que te afecta demasiado y de forma peligrosa, háblalo con tu doctor y haced balance y a ver qué te propone.

Cuando una persona sufre una menopausia normal, puede realizar un tratamiento hormonal para paliar los síntomas, pero en nuestro caso no es posible porque el objetivo de tomar esta medicación es evitar hormonar. Por lo tanto queda totalmente prohibido tomar cualquier producto con hormonas.

Éstos son los efectos secundarios que yo (cada persona ya sabemos que es un mundo y no tiene porqué experimentar los mismos síntomas) me he encontrado (y me encuentro) y las posibles soluciones a estas molestias que a mi me funcionan:

– Sofocos de calor y sensación de deshidratación (acompañados en ocasiones por dolor de cabeza y problemas para conciliar el sueño)

Los experimento de forma diaria, en verano se vuelven más insoportables que en invierno.
Para mi es uno de los efectos secundarios más molestos de este medicamento. Me provoca una sensación de deshidratación terrible y muchas veces se me junta con un dolor de cabeza o agobio, sobretodo cuando me voy a dormir.
Las soluciones que he encontrado para intentar combatirlos son:

1- En verano llevar ropa de tejidos frescos (lino, algodón, etc), en invierno vestirme a capas para poder quitarme la ropa rápido y evitar jerseyes y vestidos con cuellos altos.

2- Hacer una dieta sana. Suena a tópico, pero si como de forma equilibrada, evitando el alcohol, las grasas saturadas, la cafeína, la comida picante, la carne roja, los azúcares refinados y los productos ultraprocesados, me encuentro muchísimo mejor. El día que me tomo unas cervezas o unas copas de vino o me paso comiendo dulces o me hincho a pizza, me dan unos calores tan terribles que os juro que se me quitan las ganas de comer mal. Mi oncóloga me confirmó que tiene relación directa, por lo tanto en mi experiencia, os animo a cuidar la dieta (sin obsesionarse, también hay que disfrutar de los pequeños pecados alimenticios, yo sin pizza no se vivir por ejemplo ). Así de paso también cuidamos el tipito y evitamos otras enfermedades.

Pizza, aunque me perjudiques con tus grasas saturadas, siempré te querré y pecaré de vez en cuando. Nunca serás peor que el azúcar refinado.

3- Tener una botella de agua cerca siempre (en el bolso, en la mesilla de noche, en el trabajo, etc) para calmar la sensación de estar ardiendo por dentro a la par de estar siempre hidratada. Hay que procurar mantenerse hidratada durante todo el día.

4– Mirando Instagram me crucé con un producto natural que entre varios usos (mejor rendimiento deportivo y mejor recuperación tras el ejercicio, por ejemplo), dicen que sirve para paliar los síntomas de la menopausia y decidí probar a ver qué tal. Se trata de la
Microalga Tetraselmis chuii, un bio-regulador metabólico natural (se ve que existen varios  reguladores naturales que podrían ayudar, pero yo solo conozco éste), una alternativa a los tratamientos hormonales que tan prohibidos tenemos. Hace menos de un mes empecé a tomarlo y como me ha pillado con el inicio del frío y por lo tanto, menos calores, no tengo claro si influye o no en mis sofocos. Seguiré investigando y os contaré qué tal, porque si funciona, no tendré duda en comprarlo. Si queréis investigar un poco, la empresa española a la que le he comprado las cápsulas se llama Green Sea Biosystem, y el producto se llama Vital Chuii.

5- Hacer ejercicio de forma regular, si puede ser cardio y ejercicios de fuerza o tonificación. Durante estos meses pasados estuve practicando únicamente yoga, dejando de lado los deportes de impacto y el gimnasio porque me sentía cansada y había cogido una rutina más pausada. El volver al gym hace un par de meses me ha dado la vida, me encuentro mucho mejor haciendo deporte activo, el cambio es muy notable.

6- El estrés y la ansiedad (haré un apartado especial) son factores de riesgo en muchos aspectos, y también se relacionan con los sofocos. Practicar meditación o yoga, a parte de  aportar una infinidad de beneficios, ayudan a manejar el estrés, que puede ser un desencadenante. A mi las clases de Yoga me sientan de lujo, salgo con una paz que se vuelve adictiva. Luego es aprender a mantenerla en el resto de rutinas diarias e intentar que el trabajo, la gente y otros factores no nos estresen ni nos tensen demasiado. Tengo que agradecer a YogaOne de Tarragona el magnífico trato que he recibido siempre y los grandes profesionales que me he encontrado y me han ayudado tanto en este camino. 

7- Ha salido un nuevo fármaco que parece frenar esos sofocos, insomnio y dolores de cabeza. Es un derivado de un antidepresivo. Hablando con mis médicos por ahora descarto meterle más químicos al cuerpo, pero si quieres informarte sobré él o crees que puede beneficiarte, coméntalo con tu oncólogo. 


– Sequedad vaginal y pérdida de la libido 

Esto me sucedió sólo durante unos meses y luego desapareció. Como la quimio y el Tamoxifeno (el otro medicamento anti-hormonal del que os hablaré en otro post) también provocan este efecto secundario, no tengo claro quien ha sido el causante.

La cosa es que en mi caso tuve unos meses unas molestias terribles por sequedad extrema y por lo tanto pérdida del deseo sexual. Me dio un disgusto porque pensé que me quedaba ya abuela y nenuco pero por suerte no fue así.
Se lo comenté a mi doctor ginecólogo y me recomendó un gel de uso interno (Paloma Care) y otro de uso externo (Cumlaude). Mano de santo total, sobretodo el gel interno, qué pasada. Estuve unas semanas usándolos y no necesité usarlos más.
Yo os he dejado estos dos nombres que fueron los recomendados para mi caso, pero es un tema importante a hablar con el médico porque se ve que hay cremas de mil tipos y según el perfil de la mujer (edad, sensaciones, etc) se recomienda uno u otro. También es importante no automedicarse ni nada por el estilo sin previa consulta porque por ejemplo, hay geles que son hormonales, y como el objetivo es que no hormonemos, los tenemos prohibidísimos. 



– Cansancio, dolores articulares y musculares, desgaste de huesos

Desgraciadamente el Zoladex afecta a las articulaciones, a los músculos y a los huesos, pudiendo provocar osteoporosis y molestias en general.

En mi caso tengo que cuidar mis huesos porque los tengo algo afectados (también en conjunto con los efectos de la quimio) y además siento molestias musculares y en mis articulaciones y para ello me ha recomendado mi médico:
1- Hacer deporte de musculación y cardio (como para los sofocos).
El yoga me va bien para las molestias del brazo tras la operación y la radioterapia pero no me ayuda con los dolores del resto del cuerpo. Pensé en hacer natación, pero mi doctor me comentó que es un deporte antigravitatorio y que no beneficia a la osteoporisis, que se ve que los nadadores profesionales son propensos a desarrollar esta enfermedad (qué cosas aprende una).
Ir al gimansio me está dando la vida, a veces me da pereza pero me sienta tan bien que me compensa. 

2- Acupuntura: tengo pendiente ir a probar porque me lo recomiendan en muchos sitios y hospitales, mis doctores y especialistas y charlas a las que he asistido.

3- Tomar calcio a tope para los huesos (a ser posible a través de la alimentación con productos como: sésamo en polvo, ya que en granos pasa como los pájaros comiendo semillas, las cagan enteras y no han podido extraer sus nutrientes ni beneficios, pescados en lata como sardinas, atún, almejas, boquerones, etc. y el salmón, lácteos, hortalizas como las espinacas, frutos secos y legumbres como la soja, los garbanzos, almendras, etc.).

4- En mi caso, además de todo lo comentado, tomo un par de suplementos de Vitamina D3 (recomendado por mi farmacéutica especialista en acompañamiento oncológico), la cual también es beneficiosa para los huesos, y unas pastillas de Calcio (recetadas por mi oncóloga). 

– Dificultad para concentrarse

Al igual que la menopausia convencional, puede ser que notes que estás algo más despistada, que te cuesta concentrarte. No he encontrado ninguna solución a este síntoma, me preocupaba bastante, yo ya me veía con Alzheimer precoz también, pero según mis médicos es algo superficial y no hay que alarmarse. 
Como mucho puedo recomentar comprar una agenda, jaja, yo la uso mucho, lo apunto todo para que no se me escape nada! Que por cierto, me he apuntado ser más constante y dedicar un día a la semana a escribir para el blog. Espero cumplir con mi proposito.

Conclusiones

El Zoladex es un medicamento que puede ser poco llevadero (dependerá de la persona, hay gente que no le afecta tanto), pero miremos la balanza y valoremos antes de decidir dejar de tomarlo.
Aún el cansacio de todo lo pasado (quimio, operaciones, radio, etc) yo prefiero seguir con el tratamiento, aunque no me haga ninguna ilusión hacerlo. Prefiero aceptar una medicación a largo plazo, como hace por ejemplo un diabético el cual también sufre efectos secundarios con sus pastillas diarias, a pensar que no tomarla puede aumentar el riesgo de padecer cáncer de nuevo. Analizemos nuestra situación y hablemos con los especialistas para tomar una buena decisión, aunque o creo que el mejor tratamiento para ayudar a combatir el cáncer es tener buenos hábitos, y tener salud física y mental, alejarse del estrés y la negatividad que tanto nos afecta sin darnos cuenta. Que sentirse al borde de lo que podría ser la muerte, el pasar una enfermedad así, nos de fuerzas y positivismo para valorar más la vida y vivirla con mejor salud.


Tengo que remarcar, que siguiendo los hábitos comentados para combatir los efectos secundarios, me veo más capacitada para sobrellevar con dignidad estos efectos secundarios; cuando más constante soy, mejor me encuentro, aunque a veces me sacrifico y disfruto de lo prohibido aún sabiendo que tendré mas calores o más dolores de cabeza.

Algunas imágenes de la aguja.